El gofio es una harina de cereales tostados, generalmente elaborada a partir de trigo, millo (maíz) o una mezcla de cereales y legumbres. Este alimento, que tiene sus raíces en la época prehispánica, ha sido parte fundamental de la dieta canaria durante siglos y hoy cuenta con la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.), lo que reconoce su calidad y tradición.
El gofio es mucho más que un alimento; es una herencia cultural que ha perdurado a lo largo del tiempo. Se disfruta de diversas maneras: amasado con agua y sal, en escaldón con caldo de carne o pescado y mojo, acompañado de chicharrones, amasado con plátanos o con uvas, entre otras combinaciones. Este versátil producto ha sido una fuente de energía y nutrición para muchas generaciones de canarios.
El gofio también es un componente esencial en los desayunos tradicionales, donde se mezcla con leche caliente para obtener un alimento reconfortante y delicioso. Esta costumbre ha pasado de generación en generación, convirtiéndose en un símbolo de la cocina familiar canaria.
El sabor característico del gofio, con su ligero toque tostado, aporta un perfil único a los platos en los que se utiliza. Ya sea como ingrediente principal o como complemento, el gofio sigue siendo un pilar en la gastronomía de las Islas Canarias, apreciado tanto por su valor nutritivo como por su profunda conexión con las raíces culturales de la región.